C18 La incontrolable ola de calor

Al final, perdió Qian Yun y condujo a su casa con Chu Hao.

Cuando Qian Yun sacó una muñeca de paja debajo de la cama, Chu Hao dejó escapar un suspiro de alivio. Su gran esfuerzo había valido la pena y por fin la había encontrado.

Qian Yun rogó: "Por favor no se lo digas a Zheng Yu, o de lo contrario su familia no me va a perdonar."

Chu Hao asintió, "No te preocupes, voy a cumplir mi promesa. ¿De dónde sacaste esta muñeca? Parece que no sabes cómo hacerla."

Qian Yun titubeó por un momento y dijo, "Se la pedí a la Anciana de Hierba en el oeste de la ciudad. Gasté más de doscientos mil."

"Es mejor no tocar esta cosa. A pesar de que puedes lograr tu objetivo, dañará la regularidad de la naturaleza, y la persona que puso la maldición no tendrá buen resuelto."

"¿Ah? No lo sabía. No me atrevo a hacerlo la próxima vez."

Después de conseguir la muñeca, Chu Hao no se quedó por más tiempo y rápidamente regresó a pie. Estaba a sólo unos minutos de distancia de la casa de Chu Yun.

Zheng Yu estaba muy ansioso frente a la puerta de la casa de Chu Yun. Era inesperado que Chu Hao hubiera desaparecido después de ir al baño. Miró de inmediato a Chu Hao, que estaba en la esquina.

"Hao, ¿adónde has ido? Estoy muy preocupado. Pensaba que no ibas a cuidar de los asuntos de mi familia."

"He obtenido la cosa, pero tenemos que tratarla de inmediato. La tardanza conllevará cualquier cambio."

Chu Hao rápidamente se dirigió hacia la casa de Chu Yun, donde se habían ido las mujeres que jugaban mahjong y solo se quedaron Chu Yun y Feng Xin.

"Tía Chu, ¿puedo pedir una habitación?"

"¿Qué pasa?" Aunque Chu Yun estaba sospechosa, todavía señaló una habitación. Chu Hao entró inmediatamente, y Zheng Yu lo siguió.

"Cierra la puerta para impedir que ellas entren."

Chu Hao no tenía otras intenciones, pero la mayoría de la gente no creía en las teorías de los fantasmas.

Además, como solían decir que la existencia dependía de la creencia, siempre y cuando Feng Xin y Chu Yun no lo vieran, no se enterraría la semilla en sus corazones.

"Bien." Zheng Yu cerró inmediatamente la puerta.

Feng Xin llamó en varias ocasiones a la puerta, "Hey, hey, ¿qué estáis haciendo los dos hombres? ¿Acaso tenéis esa relación?"

Al oír esto, Zheng Yu y Chu Hao se miraron sin palabras, y no podían evitar temblar.

Chu Hao sacó la muñeca de paja de su bolsillo y la colocó sobre la mesa. A pesar de que la había encontrado, no tenía idea de cómo tratarla.

En conciencia, esta muñeca de paja era bastante buena en la artesanía. Tenía cuatro extremidades y la cabeza como un ser humano.

La única cosa que hizo que la gente se sintiera disgustada era que ella tenía la frente manchada de sangre, un viejo papel amarillo, donde se escribía la fecha de nacimiento de Wu Yun, pegado de los pies a la cabeza, y agujas de plata en las cuatro extremidades y la frente.

"¿Es el llamado hacer muñeco?"

Aunque Zheng Yu no lo entendía, lo había visto mucha veces en la televisión.

Chu Hao asintió y la miró con atención. Al igual que la última vez, vio una niebla negra flotando en la superficie de la muñeca de paja.

Por su parte, Zheng Yu siguió contemplándola, pero parecía que no podía ver la niebla.

¿Tal vez fuera el llamado ambiente ominoso?

Después de pensarlo, Chu Hao alargó la mano y cogió la aguja de plata en la frente de la muñeca, y en ese instante, sintió inmediatamente las turbulentas olas de calor en su cuerpo, que eran completamente diferentes de las dos anteriores veces, cuando las olas de calor no estaban bajo su control, pero todavía eran normales.

Pero esta vez, la ola de calor se precipitó fuera de sus meridianos, y ¡las venas de sus manos se hincharon como si estuvieran a punto de reventar!

Chu Hao apretó los dientes, y dejó que la ola de calor fluyera libremente. Puesto que la ola de calor tomó la iniciativa de ataque, significaba que el asunto podría ser resuelto.

De hecho, hasta ahora, todavía no entendía qué era esta ola de calor y por qué existía. Sólo sabía que desde que la había contenido, no sólo su cuerpo se había vuelto más fuerte, sino también había dejado la miopía que había durado muchos años.

Zheng Yu, que estaba a un lado, se quedó con los ojos muy abiertos y contempló con atención todo lo que estaba ocurriendo.

En pocos momentos, la ola de calor había invadido por completo el cuerpo de la muñeca de paja, y la niebla negra había huido en todas direcciones, disipándose en el aire.

Parecía que todo estaba mejorando.

Pero Chu Hao sabía sobre él mismo: esta vez la ola de calor en su cuerpo se había vuelto completamente incontrolable.

"¡No!"

Chu Hao era incapaz de reprimir la sangre en su boca y la roció toda sobre el cuerpo de la muñeca de paja.

"Syyyyyy".

La muñeca de paja al instante se encendió y se convirtió en cenizas en tan sólo unos minutos.

Chu Hao de repente se sintió mareado y cayó al suelo.

"¡Hao, Hao!"

Zheng Yu inmediatamente abrazó a Chu Hao, quien tenía los ojos fuertemente cerrados, las cejas fruncidas y el rostro pálido, como si estuviera sufriendo una gran cantidad de dolor. Las venas de sus manos estaban hinchadas y no mostraban ningunos signos de desaparecer.

Zheng Yu colocó rápidamente a Chu Hao en la cama, pero no sabía qué le había sucedido y caminó extremadamente ansioso de un lado a otro en la habitación.

De repente se le ocurrió a Zheng Yu algo y rápidamente abrió la puerta y salió.

Feng Xin, que estaba a la puerta, de inmediato le preguntó: "¿Qué pasa?"

"¿Qué jaleos estáis armando? ¿Por qué hay humo tan denso en la habitación donde hay dos hombres?" Chu Yun inmediatamente vio a Chu Hao, que estaba extendida en la cama, "¿Está bien? ¿Hay que llevarlo al hospital?"

Zheng Yu no habló más, regresó a la cama con una jarra de agua y se la dio a Chu Hao.

Chu Hao claramente había caído en coma, pero cuando el agua llegó a sus labios, comenzó a beberla de manera inconsciente. Parecía que las conjeturas de Zheng Yu eran correctas, que el cuerpo de Chu Hao tenía serias carencias de agua.

Feng Xin entró y miró con curiosidad a su alrededor, queriendo saber qué los dos habían hecho.

Chu Yun acercó a la ventana y la abrió, dispersando el olor de quemado en la habitación.

Después de beber unas tazas de agua, Chu Hao ya no abrió la boca y Zheng Yu finalmente dejó escapar un suspiro de alivio. Sabía que Chu Hao se había vuelto así para salvar a su madre, y si se le sucediera algo malo a Chu Hao, ¡cargaría la conciencia Zheng Yu!

Las tres personas no sabían la razón, y Zheng Yu no tenía intención de enviar a Chu Hao al hospital, por lo que sólo podían esperar durante dos horas.

Chu Hao, que estaba en la cama, finalmente abrió los ojos.

Zheng Yu vio que Chu Hao se había despertado, y su corazón ansioso por fin se había calmado. "Hao, ¿cómo estás?"

"Estoy bien." Chu Hao meneó la cabeza, "Dame agua."

"Voy yo." Como anfitriona, Chu Yun fue inmediatamente a sacar agua.

"Hao, ¿qué está pasando?"

"No lo sé."

Chu Hao mismo también quería entender por qué esta vez la ola de calor se había filtrado, haciendo que su cuerpo se volviera extremadamente débil en un instante. A pesar de la recuperación muy rápida, ¿cómo iba a estar tranquilo sin saber la razón?

Chu Hao levantó la cabeza, "Zheng Yu, vuelve a casa a ver a tu madre, que debe estar bien ahora. Y si de verdad está bien, llámame para asegurarme."

"¿Y qué vas a hacer tú?"

Aunque Zheng Yu estaba ansioso por saber la situación de casa, no podía dejar de cuidar de Chu Hao.

"¡Puedo encargarme aquí!"

Feng Xin dio unas palmaditas en el pecho, "Ten seguridad, voy a cuidar bien de Chu Hao."

Zheng Yu pensó por un momento, y luego dijo solemnemente: "Entonces gracias por tus esfuerzos. Si Hao está bien, definitivamente voy a agradecerte con mucho dinero."

"Bueno, no olvides lo que has dicho."

Zheng Yu asintió, no dudó más y salió rápidamente.

Chu Yun entró con el agua, y Feng Xin tomó las copas y se la dio a Chu Hao.

Chu Hao no estaba acostumbrado a esto y de inmediato respondió: "Puedo hacerlo yo mismo."

"¿Crees que estoy haciéndolo para ti? No seas tan narcisista, ¡lo hago para el dinero de Zheng Yu!"

La palabra “dinero” se habló en voz muy alta, como si tratara de enfatizarlo a propósito.