C45 Ataques entre escapes

Capítulo 45 - Ataques entre escapes

"Ya, olvídalo. No veo que ese hijo vaya a meternos más líos. Menos mal, su madre era nada más una sirviente insignificante. Si lo que ofendes venga de la mansión del Gran General de Tiance, ¡nosotros los de la familia Sun tenemos que pedirles disculpas a domicilio!"

Sun Bai lo educó a su sobrino.

Aprovechando su identidad de refinador de píldora, Sun Daneng había venido comportándose de manera caprichosa y con esto dejó a muchos en su contra. Sun Bai consideró oportuno un aviso para él.

Sun Daneng salió del yemen acompañado de unos escoltas y con una cara hosca. Pensando en el reproche de Sun Bai, se sintió descontento y furioso. Cuando pasó por un callejón, un brillo del sable se le acercó de golpe.

Antes de que tuviera tiempo para reaccionar, la cabeza de Sun Daneng ya cayó al suelo. Al ver esto, los escoltas quedaron tan pasmados en el acto que no pudieron hacer otro que mirar cómo escapaba hacia la lejanía aquella sombra humana. No habían pensado que hasta al discípulo de la familia Sun se lo atrevería a atacar por sorpresa, y, en este lugar, que quedaba solamente a unos pocos metros de distancia del yamen.

"¡Señorito!"

Un escolta exclamó con tardanza. A estas horas, Sun Daneng ya estaba muerto por completo. Un compañero suyo se apresuró a decir:"Voy a informarlo al Señor Sun Bai. Ustedes, váyanse a perseguirlo, ¡rápido!"

Palabras terminadas, el guardia corrió en dirreción del yamen. Entre los restantes, se quedó uno en el sitio, y los otros se fueron siguiendo las huellas de Ning Qi.

En el yamen, cuando Sun Bai se informó de la noticia, se puso pálido de inmediato, y luego, se precipitó a salir hasta que llegó al lado del cadáver de Sun Daneng.

"¡Daneng! ¡Qué miserable tu muerte!"

Sun Bai echó una risa amarga.

A la familia Sun le había costado mucho trabajo para encontrar un fuego extraño con el puesto de ranking número 139 y luego formarlo a Sun Daneng hasta que se convirtió en refinador de píldora. Y ahora, ¡fue matado con violencia!

Esto de verdad fue un choque fuerte para la familia Sun, ¡que equivalía al perder un miembro del luchador king!

"¡Quien hizo esto!"

Sun Bai preguntó con frialdad.

"No se lo ve claro..." Dijo el guardia cuidadosamente.

"¡Basura!"

Sun Bai le lanzó una palmada al guardia, quien no lo había pensado y de inmediato colocó su mano en el pecho. Sus órganos internos quedaron aplastados por este golpe, por lo que no tardó en dejar de respirar y caer al suelo.

"¿De qué sirve tu vida si no eres capaz de proteger a su joven amo? Ning Qi, ¡sin falta lo has hecho tú! ¡Maldito bastardo!"

Sun Bai ya adivinó el autor de la muerte de Sun Daneng y repitió su nombre en voz baja con los dientes apretados. En este momento, acudieron el general He Hu y los soldados.

"Señor Sun, ¿qué ha ocurrido? Este hombre es..."

He Hu preguntó dudoso.

Sun Bai dijo fremáticamente:"Descendiente y discípulo de mi familia Sun. ¡El único refinador de píldora de mi familia Sun!"

"¿Sun Daneng?"

He Hu se sorprendió.

"General He Hu. Manda bloquear la ciudad de Fengdu y envía rápidamente toda la gente que tenemos que búsquenlo a Ning Qi el bastardo por todos los rincones. ¡También destina unas personas que se encarguen de las zonas fuera de la ciudad!"

Sun Bai dijo con frialdad.

Luego se dirigió presurosamente a la casa de Sun.

Después de que todos se enteraron de la muerte de Sun Daneng, un gran caos se extendía por la familia.

Uno tras otro, entraron en acción innumerables hombres de luchador experto, gran experto, luchador espiritual... entre ellos estaba Sun Zeshi, padre de Sun Daneng, patriarca vigente de Sun y ¡el único luchador king de la familia!

De la gran familia solo quedó el señor viejo de Sun sentándose en el centro de la casa.

En ese momento, Ning Qi ya llegó a la puerta de la ciudad disfrazado.

Después de que dejó la ciudad, acudió He Hu y unos soldados con un retrato de él sosteniéndose en la mano.

"¿Han visto a este chico?"

He Hu preguntó gritando a los guardias de la ciudad.

"Acababa de salir."

"¡Alcancémoslo rápido!"

...

Ya mató a Sun Daneng, Ning Qi imaginó que se iría a provocar una gran sensación entre la familia Sun, por lo que con prisa lo alimentó al caballito con diez píldoras nutritivas para el espíritu y corrió montando en él a toda velocidad.

"¡Xi... Yuuu...!"

Las píldoras tomadas por el caballito blanco lo hicieron que se pusiera bastante dinámico y se disparara hacia delante como una bala, dejando atrás un montón de polvo.

"Purpurito, hazme el favor de hacer centinela desde el cielo. Si alguien se acerca, déjamelo informado."

Como medio suplementario, Ning Qi lo liberó a Purpurito y que se hiciera cargo de un centinela, que actualmente se encontraba duplicado en tamaño y poseía el poder equivalente al de una bestia del grado bajo del nivel II.

Después de dos horas.

"¡Chirp, chirp!"

Purpurito aterrizó en el hombro de Ning Qi y dio un grito. Ning Qi participó del mismo sentimiento que él y enseguida hizo un cambio en el rumbo dirigiéndose al lado lateral. Purpurito le informó de que era un callejón sin salida donde vivía una bestia monstruosa del rango IV. Si quería pasar, sería algo inevitable un encuentro con ella.

Purpurito se arrojó hacia el cielo de nuevo y voló dando vueltas sobre la cabeza de Ning Qi.

"¡Rápido! ¡Ya se ven huellas de herraduras! ¡Él está delante!"

"¡Venganza por el hermano grande!"

"¡Exterminio a todos los clanes relativos a su familia el que ha matado nuestro refinador de píldora!"

Se armó un bullicio entre un grupo acompañando al estrépito causado por las pisadas de sus cabalgaduras. Al recibir el mensaje de Purpurito, Ning Qi echó una vuelta y se los arrancó hacia ellos.

Se trataba de unos diez personas dirigidas por un gran experto de tres estrellas, y los demás eran luchadores experto de ocho o nueve estrellas, quienes eran como perdices y perros en los ojos de Ning Qi.

"¡Ahh! ¡Es él!"

Cuando notaron la existencia de Ning Qi, se asustaron al principio, y luego, con gritos furiosos, se lanzaron hacia él el uno al otro.

Ning Qi blandió su sable tesoro de matanza del dragón y en unos pocos respiros las dejó tajadas al suelo a todas las personas. Aquel gran experto de tres estrellas pudo soportar por más tiempo, sin embargo, ante la fuerza del sable de matanza del dragón, el instrumento luchador que utilizaba era como si fuera papel. Después de perdérselo, fue decapitado por Ning Qi de manera fácil.

No mucho después de la salida de Ning Qi, llegó otro grupo de la familia de Sun, en que se hallaba Sun Bai.

"¡Joder! ¡Maldito bastardo! ¡Alcáncenlo!"

Mirando los cadáveres por el suelo, Sun Bai gritó de ira.

...

Valiéndose del benefio que le brindó Purpurito, Ning Qi tomó el predominio en todos los casos. Cuando se encontró con patrullas de luchador espiritual, las evitaba; y cuando se trataba de grupos de gran experto, se acercó y los mató a su antojo.

Al pasar un día entero, ¡había muerto a sus manos un centenar de discípulos de la familia Sun!

Eran la fuerza principal ya de dicha familia.

Sun Zeshi miró frío a Sun Bai y al resto:"¿No han dicho que este hombre se halla solamente en luchador experto de cumbre? ¿Por qué es capaz de escapar en nada y aparecer de nada y matar a más de cien discípulos de nuestra familia Sun?"

Sun Bai frunció el ceño y dijo:"No lo sé."

"Jeje, una familia digna ha llegado a un estado tan miserable con pérdidas incalculables. Si se lo enteren los otros, ¿cómo será nuestra vida para los días siguientes?’"

Sun Zeshi comenzó a reir de manera burlona.

De repente, su mirada se quedó hacia lo lejano del cielo, donde había un punto negro que parecía moviéndose en espiral.

"¡Águila!"

Sun Zeshi dio un grito furioso e inmediatamente voló rumbo a ese punto del cielo. Personas como Sun Bai se sorprendieron por un momento, y luego se arrojaron para ellí uno tras otro. La capacidad para volar la solo poseían los del luchador king, por lo que se limitaban a correr en la tierra.

"¡Mierda! ¡Me han descubierto!"

Ning Qi lo puso enseguida a Purpurito en el espacio de mascota. De acuerdo con la velocidad del luchador king de primera clase, no le costaría mucho tiempo para alcanzarlo. No tuvo más remedio que recurrir al sistema.

Con las 140 monedas de matanza del dragón con que contaba de momento, tuvo acceso limitado a los muchos artículos. Sin embargo, por suerte, vino estando acostumbrado a echar unas ojeadas al mercado de matanza de dragones, por lo que sabía muy bien qué cosa le podía ayudar en estas circunstancias.

"¡Amuleto de invisibilidad del grado bajo del nivel amarillo! ¡Diez monedas para uno! ¡Dura 24 horas!"