C82 Bloqueo
Capítulo 82 - Bloqueo
"¡Jovencito Ning!"
Sin tener el tiempo para pensar, Tong Yingkong saltó de la tribuna y corrió hacia Ning Qi, detrás de ella siguieron Zhang Long, Zhao Hu, Gran Perro y las demás personas. Al ver esto, Lv Liu quedó en el posteior del grupo con el fin de evitar algo imprevisto, después de todo, con esta batalla, Ning Qi ya se había enemistado con casi noventa por ciento de los nobles de la capital.
Ya que no podían hacer nada con él, de seguro iba a hacerles frente a sus subordinados o los cercanos para desahogar la furia.
"Marqués de Guanjun, ¿por qué atacó al refinador de píldoras venerable de nuestro Salón de Cien Hierbas? Si no nos da una explicación hoy, ¡será usted nuestro enemigo y no podrá obtener ni una sola píldora de nuestra parte!"
La tía Mei preguntó gritando.
Bajo el efecto del gas luchador, su voz fue amplificado y se oyó por todo el estadio.
Dejaron con bocas abiertas, en este momento, aquellas personas que no había sido informados de esta identidad de Ning Qi.
Huangfu Tao se tapó el brazo que abacaba de ser juntado y miró atónito a Kong Tianqi y Cao Zheng:"¿Qué ha dicho ella?"
"Bien lo has oído, es verdad..."
Cao Zheng dijo a sí mismo.
Qin Yingding se puso de pie en estado de shock:"¿Ning Qi es el refinador venerable del Salón de Cien HIerbas?"
Los ojos de Qin Long brillaron de choque:"¿Cómo es posible? ¿A una edad tan joven?"
Ning Hongtian no estaba a la altura de la tía Mei. Después de unos movimientos, se puso sumamente lívido su rostro:"Es una cuestión de familia, el Salón de Cien Hierbas ha llegado demasiado lejos."
"¡Qué divertido! Siendo el Marqués de Guanjun, ¡le falta la capacidad para discernir lo bien de lo malo! Ese hijo quería matar al cuarto hermano con el cuchillo aniquilador al dios, y usted no ha dicho nada, y ahora ataca al cuarto hermano en persona, ¿llama a esto una cuestión de familia?"
Bei Qinlong dijo con frialdad.
Di Qing fijó una mirada fría a Ning Hongtian:"De la cuestión de familia el Viejo Maestro va a encargarse, ¿desde cuándo se necesita que un Marqués de Guanjun nominal eche la mano?"
"¡Tú!"
Ning Hongtian estaba furioso.
En este momento, Ning Qi, de pie ya, agarró su hombro y lo elevó de golpe, con esto, el hueso fracturado fue empalmado de inmediato, y luego, miró fríamente a Ning Hongtian:"Se arrepentirá de no haberme matado hoy. Tía Mei, gran hermano, tercer hermano, Lv Liu, ¡vamos!"
Palabras terminadas, llevó en sus brazos a las dos mocosas que lo miraban con preocupación y se dirigió hacia afuera de la arena.
Zhang Long y Zhao Hu lo siguieron de cerca, y el último aún echó un vistazo feroz a Ning Hongtian y sus hombres.
Lv Liu hizo una pausa cuando pasó por delante de Ning Hongtian:"En el futuro, excepto los que trae Ning Qi, ninguno de los miembros de la mansión del Marqués de Guanjun tiene el permiso de entrar en el Salón de Cien Hierbas."
Las palabras dejaron que cambiaran de color las caras de Ning Honghai y el resto.
Mientras que Bei Qinlong y Di Qing, debido al gran desahogo que sintieron, no pudieron evitar soltar unas carcajadas.
"¡El Salón de Cien Hierbas ha puso un bloqueo contra la mansión del Marqués de Guanjun!"
"Jaja, van en peor el prestigio y la fuerza de su familia desde que Ning Hongtian se hizo el Marqués de Guanjun, y ahora, con el bloqueo de Salón de Cien Hierbas, la mansión del marqués se convierte en una burla ya por toda la capital. Tsk, tsk, no van a tener píldoras curativas para la recuperación de heridas, ni píldoras nutritivas para la alimentación de bestias, ni píldoras favorables para el qi para subir del rango cultivo..."
Palabras sarcásticas no dejaron de llegar al oído de Ning Hongtian, quien llevó una cara tan lívida que parecía poder caer gotas de ella. Echó un resoplo frío y se marchó directamente sin hacer caso a Nangong Yu’er y el Ning Yan fuertemente lesionado.
"¡Señor!"
Nangong Yu’er gritó hacia su espalda.
Pero Ning Hongtian ni se detuvo por un momento.
"Maldito bastardo, ¡tengo que matarte para tomar la venganza por Yan’er!"
Nangong Yu’er le agarró la cabeza a Ning Yan con una expresión densa de odio.
Al mismo tiempo, los diversos potenciales comenzaron a averiguar si Ning Qi era realmente el refinador de píldoras venerable del Salón de Cien Hierbas. Si lo era de verdad, entonces su actitud hacia Ning Qi tendría que cambiar en el futuro.
La posición que ocupaba un refinador maestro era aún más alta que un Marqués de Guanjun, ¡incluso el gran king no le faltaría la cortesía!
...
Tres días después del combate, ¡todas las personas distinguidas de la capital ya se habían enterado de que hubo otro maestro de refinación de píldoras en el imperio Qin y Tang!
¡Era el decimotercer hijo del Marqués de Guanjun, hijo mal nacido por una sirviente!
Pero bastaba para zumbar una gran bofetada a los aristocráticos como Huangfu Tao y les hizo perder completamente la cara.
Durante los tres días, un sinnúmero de personas vinieron a visitarlo a Ning Qi, sin embargo, debido a su dedicación a la refinación de aquellas diez mil píldoras nutritivas para el espíritu, se limitaron a dejar cartas de visita y después marcharse.
Bei Qinlong y Di Qing se despidiron al día siguiente para partir para la comarca de Zhezhou.
Cuando se fueron, Ning Qi le dio a cada uno de ellos cien píldoras nutritivas del grado mediano del nivel amarillo, lo cual les dejó sumamente sorprendidos y felices.
...
Quince mil millas al oeste del imperio Qin y Tang hubo un monte envuelto en una densa niebla durante todo el año, del que se oyeron de vez en cuando rugidos de bestias monstruosas. ¡Aquí era donde se encontraba la sede de la famosa secta de exterminio sangriento!
Montando sobre caballos, un grupo de jinetes subieron lentamente hacia el pico. Poco después, apareció ante ellos un anciano que llevaba consigo una intención invisible pero profunda de matanza, ¡incluso en el suelo las hormigas daban un rodeo al pasar a su lado! ¡Era un luchador king con un par de manos llenas de sangre !
"¿Quiénes son ustedes? ¿Qué hacen en mi secta de exterminio sangriento?"
El anciano dijo con frialdad.
Nangong Yu’er desmontó junto con Nangong Qixing, y le dijo:"Necesitamos que su honorable secta nos ayude a matar a un hombre."
Al echar un vistazo a Nangong Yu’er, el anciano se puso a reír fríamente:"Usted es la primera dama de la mansión del Marqués de Guanjun del imperio Qin y Tang, y usted, el patriarca de la familia Nangong. ¿A quién quieren matar? ¿Qué precio ofertan? Nos hablamos por aquí."
Con una sola frase, ya mostró lo extraordinario de la secta de exterminio sangriento: sabía muy bien la identidad de los visitados.
Se reveló un rastro de odio por los ojos de Nangong Yu’er:"¡Quiero que muera ese hijo bastardo Ning Qi! ¡Dos millones de plata!"
Al oír esto, el anciano se rio a carcajadas con una mano sosteniendo el vientre, como si hubiera oído una broma divertísima. Nangong Yu’er y Nangong Qixing se quedaron mirando al anciano en silencio.
Pararon las risas. Un rastro de ironía pasó por los ojos del anciano:"A matar el refinador venerable del Salón de Cien Hierbas, un gran experto de tres estrellas, ¿solo preparan dos millones de taeles de plata?"
A Nangong Yu’er le dio un vuelco el corazón. ¿Cómo que la secta de exterminio sangriento había sido tan informada? ¿Ya recibió la noticia al pasar tan solo unos pocos días?
Pensando en esto, Nangong Yu’er, con los dientes apretados, dijo:"¡Diez millones de plata!"
"¡Hermana!" Nangong Qixing se quedó atónito por un momento.
"Gran hermano, ¡ayúdame a tu hermana esta vez! Siempre que muera Ning Qi, ¡te los devolveré estos diez millones de plata con interses!" Nangong Yu’er lo miró suplicante.
Nangong Qixing frunció el ceño. Después de un largo rato, dio un suspiro y asintió con un movimiento ligero de su cabeza.
Sin embargo, el anciano negó meneando su cabeza:"No son suficientes los diez millones de plata, hay que agregar el 10% del margen de ocho minas de plata de su mansión a lo largo de los siguientes diez años."
"¿Qué? ¡De ninguna manera!"
Nangong Yu’er lo rechazó de inmediato.
El anciano lanzó una risa burlona:"¡Puden bajar ya!"
"Mayor, háganos un favor, ¿qué le parece tres años?"
Dijo Nangong Qixing.
"Diez años. Nadie puede negociar con la secta de exterminio sangriento."
El anciano dijo con frialdad.
"¡Bien, bien! ¡Siempre que pueda matar a ese hijo de puta!"
Nangong Yu’er tomó la decisión con un rostro pálido.
El anciano rio:"Entonces acepto este pedido en persona. Oh, mi nombre es Qiu Wanli."