C83 Rey diablo de cien cabezas
Capítulo 83 - Rey diablo de cien cabezas
Se notó una conmoción por la expresión de Nangong Qixing:"¡No me dijas! ¿El rey diablo de cien cabezas Qiu Wanli? "
¡Era un gran demonio que había matado a cientos de hombres de luchador king! No se esperaba que resultó pertenecer a la secta de exterminio sangriento.
Una alegría asomó por la cara de Nangong Yu’er, quien sintió de repente que el precio no era nada injusta. Con el apoyo de esta existencia, que hizo sentir miedo a los inferiores del luchador king de cinco estrellas, ¡Ning Qi no podería seguir vivir esta vez!
...
Mansión del Mariscal Divino.
Después de unos días de descanso, el brazo cortado de Huangfu Tao le había recuperado su función normal, y él estaba entrenándose en el patio trasero con un rostro impasible.
Cerca estaban los subordinados mirándolo, conscientes de que su corazón se llenaba de rabia pero no tenía donde desahogarse.
De repente, una sombre humana apareció en el patio.
Cuando lo vieron, todos lo saludaron:"Señorito Leng Feng ."
El hombre tenía nueve pies de altura, con un cuerpo delgado, parecía tener unos treinta años, y guardaba cierta similitud con Huangfu Tao en cuanto al entrecejo.
Era hijo mayor del segundo hermano del padre de Huangfu Tao, ya de la rama lateral de la familia Huangfu, pero ninguno de los criados se atrevería a ofenderle, porque era discípulo de la secta de Qinlan, ¡luchador espiritual de nueve estrellas! En cuanto a la capacidad, podría ser aún más fuerte que Huangfu Tao, sin embargo, ya que no pertenecía a la rama directa, no tenía el acceso a competir por la posición del Mariscal Divino, a menos que Huangfu Tao y sus hermanos estaran muertos todos.
"Primo, ¿volviste de la secta de Qinlan?"
Al ver que era Huangfu Lengfeng, Huangfu Tao mostró una sonrisa por la cara.
Huangfu Lengfeng le dijo sonriente:"Hermano Tao, tengo una misión por completar, por lo que salgo y por casualidad paso por el imperio Qin y Tang, así que aprovecho para ir a casa a quedar unos días. He oído que te quedas lesionado, ¿el brazo derecho?"
Se dirigió al lado de Huangfu Tao e hizo un chequeo. Cuando descubrió la herida profunda de corte en el brazo derecho de su primo, le preguntó con frialdad:"¿Quién hizo esto?"
Huangfu Tao le contó lo que había sucedido, y cuanto más escuchaba Huangfu Lengfeng, más conmocionado se volvió:"Se produce una figura como tal en la mansión del Marqués de Gaunjun?"
Sintió una gran curiosidad por Ning Qi. ¿Pasó del hijo humilde al refinador de píldoras venerable del Salón de Cien Hierbas?, y ¿contaba con increíbles técnicas marciales y el gas luchador singular?
Sin embargo, cuando se informó de su conducta arrogante y soberbia, no pudo evitar soltar una risa fría:"Tengo que verlo de cualquier manera. Si no le doy una lección, ¿aún cree que no hay hombres en la familia Huangfu?"
Las palabras hicieron que cruzara rápidamente un disgusto por la cara de Huangfu Tao.
Huangfu Lengfeng dijo riendo:"Hermano Tao, no me malinterpretes. No tengo nada ventaja que ser unos años mayor que tú, cuando llegues a mi edad, quizás ya seas luchador king."
Fue entonces cuando Huangfu Tao dejó aparecer una sonrisa:"Primo, no me bromees."
"Hermano Tao, queda en casa a esperar la buena noticia."
Huangfu Lengfeng dijo sonriéndose.
"Gracias de antemano al primo."
Huangfu Tao juntó las manos.
...
"Señorito ha estado adentro hace varios días, ¿pasó algo?"
De vez en cuando, Gran Perro las trajo a Lunita y Zuo Linger a la entrada de la habitación de refinación para preguntárselo a Zhang Long y Zhao Hu, con una expresión llena de preocupación.
Zhao Hu dijo con una sonrisa:"¿Qué puede pasar? Así es la refinación de píldoras, algunos refinadores de píldoras incluso pueden permanecer siendo cerrados por varios años."
Escuchando las palabras, Lunita dijo un poco decepcionada:"Si el señorito no sale hasta dos o tres años después, Ling'er y yo le extrañaremos mucho."
Zuo Ling’er estaba de acuerdo moviendo varias veces su cabeza. La inocencia mostrada en su rostro hizo que la gente no pudiera menos que sentir compasión por ella.
Zhang Long dijo riendo:"Maestro Ning es un gran maestro en la refinación, no va a durar mucho, unos pocos días bastarían."
En ese momento, se abrió lentamente la puerta.
"Maestro Ning."
Dijeron Zhang Long y Zhao Hu inclinando su cuerpo.
Ning Qi les correspondió un gesto de cabeza mientras se desperezó alargando sus brazos. Durante estos días se había dedicado a la refinación de las cientas de miles de píldoras nutritivas para el espíritu del grado mediano del nivel amarillo, a medida de lo cual, por una parte, aumentó su nivel de dominio de manera increíblemente rápida, pero por otra parte, después de todo, se trataba de un proceso muy aburrido, y justo en este momento oyó las voces de Lunita y Zuo Ling’er, por lo que salió a tomar el aire fresco.
"¿Echan de menos al señorito?"
Ning Qi dijo sonriente.
"Echamos mucho de menos al señorito."
Lunita y Zuo Ling’er agarraron felices el muslo de Ning Qi.
A Ning Qi le dio la vena y las elevó en sus brazos, diciendo:"Vamos, el señorito les lleva a salir de compras, pueden comprar lo que quieran."
"Gran Perro, ve a llamar la dama Zuo, y deja que Zhao Er quede en casa. Vamos juntos."
Dijo Ning Qi.
"¡Bueno!"
Poco después, siguiéndolo a Gran Perro, salió la dama Zuo, no se maquillaba pero se veía muy elegante. No era de extrañar que había venido de una familia distinguida, a pesar de su identidad actual de sirviente, aún guardaba cierto aire de aquel entonces.
Aparte de eso, siendo madre, siempre emanaba un glamour especial, muy cautivador. Cuando Zhao Hu la vio por primera vez, casi se quedó enganchado por ella. Gracias al descubrimiento oportuno de Zhao Er y su advertencia indirecta de que ella era la serviente de Ning Qi, pudo contenerse a sí mismo y, en los días siguientes, trató de evitar echarla vistazos.
"Padre, el señorito quiere llevarnos de compras."
Zuo Ling’er dijo con entusiasmo.
La dama Zuo le echó un vistazo de cariño, y después volvió la cabeza a hablar con Ning Qi:"Señorito, no la mime demasiado."
Ning Qi rio:"Tan solo son dos niñas en nuestra mansión, si no las mimo, ¿a quién?¿A tú? Jajaja."
Palabras inacabadas, él ya caminó hacia la puerta principal llevando en sus brazos a Lunita y Zuo Ling’er. Un rubor asomó por las mejillas de Zuo, a quien le vino una sensación particular aunque sabía que lo que Ning Qi había dicho fue una broma.
"De verdad existe algo inusual entre ella y el Maestro Ning. Menos mal."
Zhao Hu se quedó algo agradecido a Zhao Er.
Cuando llegaron a la puerta principal, Zhao Er de inmediato se le acercó corriendo al verlo a Ning Qi, y dijo:"Señorito, ¿ha terminado la refinación? Durante este período hay muchas personas que han venido a visitarle, ya tenemos acumuladas un centenar de tarjetas de visita en la portería."
"Haz un chequeo. Excepto los Tong, no tienes que hacer caso de las familias que me han hecho frente en la arena. En caso de la mansión del Marqués de Guanjun, toma en cuenta a los enviados por el Viejo Maestro, y para las demás personas, ignóralos."
Dijo Ning Qi.
"Sí, ya lo entiendo."
Zhao Er asintió una y otra vez, sintiendo en el corazón un contento incomparable, ya sabía cómo era lo que en la casa del ministro el portero ocupaba un puesto igual a un funcionario del rango séptimo (importante en cierta medida).
Una vez salida, vino un joven hacia donde ellos estaban.
"Disculpe, ¿aquí es la mansión de Ning?"
Mirando a la multitud, preguntó el joven con cortesía y una sonrisa.
Ning Qi respondió sonriente:"Esta es la mansión de Ning, ¿a quién está buscando?"
Dijo el joven riendo:"Oh, pues... Me llamo Huangfu Lengfeng, primo de Huangfu Tao, he venido hoy con el propósito de medir las fuerzas con Ning Qi. No quiero que me malentiendan, pero no llevo ninguna mala intención, solo quiero ver hasta cuán fuerte era el poder de Ning Qi."
Como se solía decir, no se golpeaba a un hombre sonriente, por lo tanto, a pesar de que el joven era de la familia Huangfu, Ning Qi dijo sonriéndose todavía:"Yo soy Ning Qi, pero no voy a medir las fuerzas con usted. Ahora tengo asuntos por hacer, hermano Lengfeng, mejor que regrese."
"¿Oh? ¿Usted es Ning Qi?"
Huangfu Lengfeng lo examinó a Ning Qi de arriba abajo con una mirada desenfrenada. Zhang Long y Zhao Hu rápidamente tomó un paso adelante y le dijeron con frialdad:"¿No ha oído que el Maestro Ning no está libre de momento? ¿Aún no retrocede?"