C88 La compra de Qin Long
Capítulo 88 - La compra de Qin Long
Lv Wuchang también sintió mucha alegría, sin embargo, cuando pensó en lucha de píldora, no pudo evitar fruncir el ceño:"¿Algún conflicto existe entre ellos dos? ¿Es posible la conciliación?"
Lv Liu dijo:"Debería ser que Duan Linshu desprecia el origen de Ning Qi y por lo tanto le echó palabras burlonas, en este caso tal vez ya no quepa ninguna conciliación. He venido con el fin de invitar al padre y los dos grandes maestros a que presidan lo relativo a esta competencia. Ya que ahorita el maestro de Ning Qi no se encuentra en la capital, si no tenga un predecesor presentado, temo que Duan Linshu vaya a invitar a su maestro a que venga consigo."
"¡Bien!"
Al ver que ellos tres lo prometieron en el acto, Lv Liu dejó escapar un suspiro de alivio en el corazón:"Ning Qi, ya no te puedo ayudar más, el resto dependerá de tí..."
Con la participación de Lv Wuchang y otros dos, a lo ancho del Imperio Qin y Tang, no mucho después, todos los refinadores ya sabían que Ning Qi iba a competir contra Duan Linshu en refinación de píldoras, quien era, igual a él, uno de los venerables del Salón de Cien Hierbas.
En cuanto a la apuesta, ¡aún era secreta de momento!
Y la píldora que sería el objeto de su competencia, ¡fue justamente la píldora nutritiva para el espíritu -la que su oferta siempre no podía satisfacer su deamanda-!
Los refinadores experimentados sabían que la refinación de píldoras nutritivas para el espíritu era el punto más fuerte de Duan Linshu, y los que conocían más o menos las anécdotas de Ning Qi sabían también que este era un experto en refinar la píldora del mismo tipo, así que el clave de esta competencia quedaría en la velocidad.
La noticia corrió como la pólvora. Entró en tropel en la capital un gran número de refinadores de píldora ansiosos de contemplar esta fiesta!
...
"¿Habrá una competencia entre Hermano Ning y el maestro Duan? ¡Tengo que ir a la capital!"
Al enterarse de la noticia, a Hai Dafu le dieron muchas ganas de verla en persona.
...
Bei Qinlong y Di Qing recibieron la noticia pocos días después de regresar a la comarca de Zhezhou. No pudieron evitar soltar una exclamación:"Al cuarto hermano no le faltan disturbios."
Duanmu Henian encontró a ellos dos y les dijo sin rodeos:"Es una oportunidad preciosa, ¿vamos juntos a ver la competencia?"
"Pues vamos."
Ellos dos echaron una risa amarga.
...
"¿Qué? ¿Ese bastardo va a competir con el maestro Duan?"
Nangong Yu’er se informó de la noticia tan pronto como volvió a la capital, y no pudo evitar mostrar una expresión de felicidad. Había oído los rumores acerca de Duan Shulin desde hacía mucho, que era un maestro de refinación que recibía la formación en la secta de Cien Hierbas. En este caso, independientemente de quién sería el ganador final, ese hijo de puta Ning Qi ya no podría llevar una vida fácil.
Pensando en esto, fue a la habitación de Ning Yan con Yuan.
Ning Yan estaba tumbado en la cama con un rostro pálido. Cuando vio a Nangong Yuer entrar, ni parpadeó y siguió mirando fijamente el techo.
"Yan’er, he conseguido invitar a Qiu Wanli, el rey diablo de cien cabezas. Ese bastardo ya no tiene mucho tiempo por vivir. Cuando llegue el momento, que se le quite el fuego extraño y se la dé a tí, de esta manera, tendrás la oportunidad de unirte a la secta de Cien Hierbas. Allí hay diversos tipos de píldoras maravillosas, no será difícil curarte la herida."
Nangong Yu’er lo consoló.
Al escuchar estas palabras, los ojos de Ning Yan se iluminaron un poco.
...
"Señorito, quiere verle el jovencito Qin Long de la mansión del Gran General de Tiance."
Dijo Zhao Hu con voz apagada fuera de la habitación de Ning Qi.
La puerta se abrió, de la que salió Ning Qi, diciendo:"Invítalo a la sala."
En la sala, Ning Qi se encontró con Qin Long que llevaba un rostro lleno de sonrisas.
"Hermano Ning."
Se puso de pie para saludarlo a Ning Qi tan pronto como lo vio desde lejos.
Ning Qi dijo riendo:"Hermano Qin, no es necesaria tanta cortesía."
A Qin Long le vino otra vez la sensación de complaciencia.
Cuando estaban en el Bosque Tianfeng, Ning Qi había echado maldiciones a muchísimos jóvenes aristocráticos excepto a él; y ahora, siendo ya refinador maestro de píldoras, continuó con su actitud amable, lo cual le fue algo inesperado y le dejó un poco abrumador.
"Hermano Ning, oh, no, debería tratarle de maestro Ning."
Qin Long rio.
"Hermano Qin, no es para tanto. Está bien que me llame por el nombre."
Ning Qi dijo riendo.
Qin Long no insistió más y dijo riendo:"Bueno, ya que me llama hermano, voy a andar sin rodeos. Es que algunos príncipes me han encargado de preguntarle si tiene ahorita las píldoras nutritivas de espíritu del grado mediano del nivel amarillo... Pues, ya sabe, cada uno de ellos tiene criando, por lo menos, a diez bestias monstruosas, por lo que la demanda de las píldoras nutritivas es altísima. Sin embargo, mensualmente, el Salón de Cien Hierbas solo proporciona centenares de ellas, y en su mayoría del grado bajo del nivel amarillo, realmente insuficiente para nosotros. Si le sobren al hermano Ning algunas, ¿podría dármelas? El precio podría ser treinta por ciento más alto."
Al escuchar las palabras, Ning Qi frunció el entrecejo:"Hermano Qin, ya abre la boca, no podré fingir ser sordo. ¿Cuántas píldoras nutritivas necesitan?"
Un rastro de vergüenza pasó por los ojos de Qin Long:"Mi... mil..."
"¿Tantas?"
Ning Qi frunció el ceño.
"Pues... si no, el número todavía puede ser bajo."
Qin Long era consciente de lo aterrador del número que había dicho, por lo que no lo trató de obligar. Su objetivo mínimo era lograr comprar trescientas píldoras nutitivas de las manos de Ning Qi.
"Ay." Con un suspiro de desaliento, Ning Qi se levantó y dijo:"De acuerdo. Por la cara del hermano Qin, voy a sacar todos mis stocks."
En realidad, en su paquete espacial todavía quedaron más de dos mil píldoras nutritivas para el espíritu, las mil no le significaban nada, incluso el número de las hierbas espirituales había llegado a más de diez mil.
Sin embargo, si las sacara todas de una vez, el apetito de ese hijos reales crecería cada vez más, por lo que tuvo que fingir sentirse dolido, si no, ¡ellos nunca sabrían lo grande del precio que había pagado!
"¡Qué!"
Qin Long se puso de pie en estado de shock.
Con incredulidad intentó confirmar:"Hermano Ning, acaba de decir..."
"Hermano Qin, lo ha escuchado bien. No obstante, estas mil píldoras nutritivas las he reservado desde el primer día que aprendí la refinación, por eso, si se agotan, no sé cuándo salirán las próximas."
Dijo Ning Qi.
"¿Son del grado mediano del nivel amarillo?"
Qin Long se quedó asombrado.
"Sí."
La confirmación hizo que Qin Long se pusiera extremadamente excitado, que no pudo evitar adelantarse para abrazarlo a Ning Qi y le sacudió el cuerpo un par de veces. Zhang Long y Zhao Hu creyeron que fue un ataque y se apresuraron a dar un paso adelante, pero al ver cómo actuaba Qin Long, echaron a reír y retrocedieron a un lado.
También exhalaron un suspiro de alivio los dos guardias que Qin Long había traído.
Al final, Qin Long salió con un total de mil píldoras nutritivas para el espíritu del grado mediano del nivel amarillo, ¡dejando un buen manojo de billetes de oro, de los cuales cada uno valía mil taeles! ¡Totalmente un millón y trescientos mil tales de oro! ¡Ciento y treinta millones de plata!
¡El dinero bastaría para comprar píldoras del grado bajo del nivel celestial en el Salón de Cien Hierbas! Incluso si se trataba de la píldora de curación del grado superalto del nivel terrestre, que costaba quientos mil taeles de plata para una sola, ¡serían asequibles unas centenares de ellas!
¡Era una panacea capaz de recuperar los 400.000 puntos de sangre en un instante!
"La refinación de píldoras es realmente un remedio rápido de ganar dinero. De seguir así, podría yo comprar varios imperios como este de Qin y Tang."
Ning Qi exclamó en el interior.
Por otro lado.
De regreso al palacio imperial, Qin Long se reunió con un docenar de hijos de familia real, incluyendo a Qin Feihong IV, Qin Jin VI, Qin Yingding IX.
"Qin Long, ¿cómo es?"
Todo el mundo lo miró expectante.
Una sonrisa se reveló por la cara de Qin Long:"Como lo que esperábamos."