C6 Señorito Chen
"Jefe Shen, lo siento." Wang Dahai sollozó con los ojos llenos de miedo. Incluso si contara con suficiente audacia, no llegaría para que se animara a golpearlo de verdad.
Shen Hongchang zumbó una bofetada feroz en la cara de Wang Dahai, dejándolo caer al suelo.
Luego se volvió y respetuosamente dijo a Chen Feng con el cuerpo inclinado:"Señorito Chen, siento mucho por dejarle asustado."
¡Una acción hecha de manera fluida!
¡Se quedó totalmente en silencio!
Algunos guardias de seguridad se frotaron los ojos al unísono, como si no pudieran creer en lo que veían.
¡¿El más rico de Cangzhou se inclinaba ante un joven?!
Si la noticia se extendiera, ¡porbablemente toda la Cangzhou se quedaría comovida!
¡¿Cuál era la identidad real de este joven?!
Se llenaban de truenos las cabezas de los guardias, que sentían solamente que los respiros se hacía más pesadas.
"Jefe Shen, no es para tanto, no me pasa nada." Dijo Chen Feng con una sonrisa ligera. Podía reconocer al hombre delante de él sin que Chen Zhong se lo informara. Después de todo, era el más rico de Cangzhou, a menudo veía sus fotos por diarios financieros.
"Señorito Chen, ha sido mi descuido, pero se preocupe, haré que lo paguen caro los que le han ofendido hoy." Un toque de brutalidad rápidamente cruzó por los ojos de Shen Hongchang. Hombres como Wang Dahai le había dejado casi caer en el abismo, por la tanto, no podría perdonarlos de manera fácil.
"Jefe Shen, perdóneme la vida, ¡ah!"
"Jefe Shen, es mi culpa, por favor perdóneme."
Tan pronto como Shen Hongchang terminó las palabras, Wang Dahai y los guardias de seguridad se arrodillaron en el suelo llorando a moco tendido. El costo que salía de la boca de Shen Hongchang no sería simplemente que hacerles perder el trabajo, hasta podría resultar que cortarles las extremidades, y ¡eso seía un castigo ligero!
"¡Cállate!" Shen Hongchang dio un grito frío, haciendo que las personas dejaran de hablar.
Shen Hongchang estaba con una expresión fría. Después de todo, había sido capaz de pasar de un niño pobre al hombre más rico de Cangzhou, de ahí que no sería una gente sencilla que supiera solo cómo hacer el negocio.
Ya que estas personas se atrevían a ofender a Chen Feng, ¡tendía que hacerles pagarlo demasiado caro!
Chen Feng entrecerró los ojos. No cabía duda de que Shen Hongchang era serio, que hombres como Wang Hai serían castigodos cruelmente.
"Olvídalo, Jefe Shen." Chen Feng hizo un gesto con la mano y dijo:"Ya que no me han hecho daños, deja que ellos sigan con su trabajo. Si de verdad te sientes culpable por lo que ha sucedido a mí, deduce un mes de salario de ellos como castigo."
Chen Feng se ablandó finalmente. Era cierto que Wang Dahai y ellos tenían la culpa, pero no demasiada, y no quería arruinar su vida por la razón de sí mismo.
Después de dejar la casa de Chen, Chen Feng había aprendido mucho durante los tres años de ser un delivery guy. Para las personas que vivían en la capa inferior de la sociedad, a veces ya les costaba mucho el simple sobrevivir.
Eso, tal vez le era una decisión casual, pero a ellos los hombres como Wang Dahai, podría ser una de por vida.
Shen Hongchang no lo había imaginado, sin embargo, ya que Chen Feng así lo decía, había de estar de acuerdo con él.
"¿Aún no dan las gracias al señorito Chen?" Shen Hongchang recorrió a estas personas con una mirada fría.
Al escuchar estas palabras, hombres de Wang Dahai se apresuraron a dirigirse hacia Chen Feng rodando y arrastrándose por el suelo y tocaron este con sus frentes para pedirle perdón.
Chen Feng no dijo nada, solo esperaba que Wang Dahai y sus hombres podría sacar algunas lecciones de este incidente. No todos eran tan misericordiosos como él.
En caso de Shen Hongchang, también se sentía aliviado. El acto de Chen Feng le fue algo inesperado, que podría ser totalmente diferente en comparación con los otros provenientes de familias ricas o distinguidas.
Chen Feng no era nada engreído, además, se veía muy amable. Si no fuera que Chen Zhong se lo informó, no creería que el chico ante sus ojos era de la familia Chen de Jingdu.
Y este...
Había venido en electromóvil...
Shen Hongchang no pudo evitar echar una mirada al vehículo desgarrado en el suelo y llevó una expresión rara.
"Señorito, entremos." Chen Zhong sonrió y se puso de pie.
Chen Feng asintió con cabeza. Por la guía de Shen Hongchang, entró en una villa de estilo del castillo europeo.
La decoración era elegante sin perder el tinte aristocrático, las paredes como mármol daban una sensación refrescante.
Shen Hongchang le dio a Chen Feng una breve presentación en el camino. Este chalé era la mejor geográficamente ubicada en la montaña Yuquan. Con la existencia de los ventanales que daban un vistazo panorámico, los que vivían adentro podrían disfrutar enteramente de la belleza de la sierra.
El chalé ocupaba una superficie de unos 500 metros cuadrados, con su propia piscina, gimnasio, cine, jardín... En fin, todas las instalaciones de alta gama las había en él.
Había sido comprado por Shen Hongchang con el fin de que sirviera de su pensión a la vejez, no para la venta, no obstante, cuando ayer Chen Zhong había revelado la intención de querer comprarlo, Shen Hongchang no se atrevía a rechazar y se decidió a vendérselo a precio de 50,000 yuanes por metro cuadrado.
En realidad, se podría decir que era un regalo, ya que por este lugar la montaña Yuquan, incluso la vivienda más regular se vendía por 100.000 yuanes cada metro cuadrado.
Este chalé, situado en la mejor ubicación que daba una vista mejor del paisaje, incluso si se vendiera a 500,000 yuanes por metro cuadrado, habría innumerables personas que se apresuraban a comprarlo.
Chen Feng estaba muy satisfecho con esta vivienda, convencido de que si Xia Mengyao vivía en ella, se sentiría muy feliz.
"Señorito Chen, ya es hora de comer. He preparado un almuerzo en casa, no se sabe si usted me dará la cara de aceptar la invitación, para ofrecerme una oportunidad de expiración." Después de terminar la visita, a Chen Feng lo preguntó tentando Shen Hongchang. Aunque él había dicho que no le importaban las cosas de Wang Dahai, sentía todavía algo de pánico en el corazón temiendo que podría pensar demasiado cuando volviera.
"Jefe Shen, eres muy amable. Lo pasado ha pasado, no me importará. Lo que quiero decir es que, en el futuro, si mi carrera se inicia en Cangzhou, me será necesario mucho soporte del Jefe Shen."
Chen Feng dijo con sonrisa. Desde que se hiciera cargo del comercio de Chen, tendría que conocer personas ricas de Cangzhou y tener contactos con ellos. Shen Hongchang era un hombre inteligente, si fuera posible, quisiera que él se conviertiera en su íntimo secuaz.
"Jaja, Señorito Chen, está bromeando. No me atrevo a decir como darle algún apoyo, pero si me necesita, házmelo saber, haré todo lo posible." Shen Hongchang dijo riendo de manera generosa.
Chen Feng dio una risa y dejó de hablar. No sería tan estúpido como para creer firmemente en lo que decía Shen Hongchang.
El mundo no paraba de cambiar pero el lucro seguía siendo el único motivo.
Si no existiera la familia Chen, a él nunca le echaría un vistazo un hombre como Shen Hongchang.
"Casi se me olvida... jefe Shen, veo que la montaña Yuquan es muy grande, aparte de esta zona de chalé, hay muchos otros lugares donde el paisaje es muy hermoso, la ubicación también es inigualable, ¿por qué no le dan las ganas de continuar desarrollar esta área?" Chen Feng preguntó de repente.
La montaña Yuquan era el lugar escénico más famoso de Cangzhou, y el manantial de Yuquan, que emergía de la grieta de roca desde la cima, formaba parte de los tres paisajes más extraordinarios de la ciudad. El emperador Qianlong le había otorgado a Yuquan el título de la mejor fuente del mundo. La montaña ya se convirtió en un sagrado lugar turístico desde las dinastías Yuan y Ming, y hoy día, era un área escénica famosa de clase 5A a escala nacional.
Sin embargo, debido a que la montaña Yuquan ocupaba una extensión super amplia y contaba con muchos terrenos accidentados, era de extrema dificultad el desarrollo de ella y hacía falta muchísimo capital.
Decían que Shen Hongchang había invertido todos sus recursos financieros, pero solo logró desarrollada una cuarta parte de la montaña Yuquan y el restante todavía se hallaba virgen.
Frente a esta tierra inexplorada sin fondo, Chen Feng tenía una idea en la mente.